
Y es que esta vida, llena de intrigas, se hace menos cuesta arriba cuando alguien lleva tu mano cogida. Y cualquier amargura se disipa cuando ese alguien te hace ver la llanura entre tantas colinas. A veces me desmorono cuando veo almas perdidas, criaturitas que no tienen más que pobreza, llanto y dolor a su alrededor y sobreviven con un cuenco de arroz al día. O esos malnacidos que se creen tan grandes que levantan la mano hasta a sus madres sin importarles el cariño y el amor que un día recibieron sin saber que aquel niño crecería y lo devolvería en forma de ira.
Por eso hoy te animo a que ayudes al prójimo y le trates como a un hijo, y así en tu lecho de muerte sentirás en el pecho que nada de lo que has hecho lastimó a tus seres más queridos. Y que a pesar de los errores cometidos te irás de este mundo sin cumplir condena porque merecieron la pena todos los perdones dados y recibidos.
Y ya me despido que como siga me quedo sin miga y eso si que sería un descuido. Espero que lo hayáis disfrutado :)
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