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23 de octubre de 2014

De profesión...

¿Que digo yo que no es tan difícil ser buena gente no? Es decir, ser amable y esas cosas. Por lo menos a mí se me da bien. Simplemente me sale, no es que lo fuerce ni nada. Y de verdad que, como dice mi abuela, me lleva a los demonios las personas que tienen el don de tocar los huevos. Sí, sí. Tiene que haber gente para todo, ya, pero... uff!!

Cualquiera de nosotros tiene alrededor cientos de personas, unas más cercanas, otras no tanto, pero fijo fijo que todos vosotros tenéis en vuestra vida a un/a tocapelotas. Seguro que no lo habéis elegido, seguro que vuestros caminos se han cruzado por el azar, pero ahí está. Metiendo la puntilla cada vez que puede. Una especie de Cruella d' Vil de la era moderna. 

Y mi pregunta es... ¿No tenéis otra cosa que hacer? ¿Os paga alguien por meteros en la vida de los demás o por destacar las desgracias ajenas? Realmente estas personas te "chupan" la energía. Son como vampiros sedientos de hacer el mal. Y lo peor es que nunca se cansan! Siempre tienen una palabra a-ma-ble (véase la ironía) para decir.

Afortunadamente a mí no es que me quite el sueño, es más, por norma general me suele resbalar, pero aquí viene lo difícil o, como yo lo llamo, la hipocresía. Pues sí, todos somos hipócritas con alguien. Y sobretodo con esas personas que tenemos que aguantar aunque no queramos. Porque estos seres se manifiestan en cualquier forma humana: como tu jefe, como algún familiar, como algún amigo de, como... Y claro, siendo así pues no vas a soltar por esa boquita piñonera todo lo que te gustaría. Así que simplemente tienes que callarte y cuando llegues a casa, hacer budú, hornear pastelitos o contar los puntitos del gotelé, porque "pa' un rato que los tienes que aguantar"...

Mi consejo: cuando tengáis la oportunidad de decirlo, hacedlo. Porque los tocapelotas no se merecen estar en la vida de ningún "buena gente". Lo más probable es que termine en discusión, pero ¡qué agustico te quedas, oye! O si no simplemente pasad del tema, evitar el contacto o dar largas, que para el caso el resultado es el mismo.

Propongo un brindis por los tocapelotas, por lo aburrida que es su vida, por lo poco que les quiere la gente y, sobretodo, porque cambien algún día. Amén, hermano!
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21 de octubre de 2014

De vuelta al caos

Siento haber estado "desaparecida" estas dos últimas semanas, hemos estado haciendo cosillas, con un viaje express a Madrid incluido. Pero... ya estoy aquí!!

Hoy quiero compartir con vosotros un pensamiento que hace tiempo me ronda por la azotea, y ayer, viendo "Viajando con Chester", donde salió Jorge Javier Vázquez, volvió más intensamente.

Siempre he pensado que cada uno es libre de ser como quiera siempre y cuando no lastime a los demás (lastimar en el sentido de ser mala gente, ya que hay errores que son humanos y de los cuales se aprende). Y también uno es libre de manejar o decidir cómo quiere llevar su vida.


Mi inquietud es... ¿está la sociedad de hoy preparada para aceptar que alguien no es hetero? La teoría es que sí, y se acentúa cuanto más joven es la generación. A casi todo el mundo le da igual que alguien sea gay, hetero o lo que le dé la gana, nos fijamos más en la personalidad y en cómo es esa persona para decidir si la queremos en nuestra vida o no.

Pero entonces llega el conflicto. ¿Por qué algunas personas deciden decirlo (cuando hay cierta confianza, claro. No te vas a presentar en plan "hola, me llamo tal y soy gay/hetero/etc") y otras no? ¿Es por el miedo de ser rechazados de alguna manera? Porque si ese miedo existe, ¿por qué decimos que la sociedad está preparada?


Y eso me lleva a la cuestión más importante. Porque una cosa es decidir que en tu trabajo a nadie le interesa, pero... ¿y la familia? ¿Y los padres? ¿Cómo puede vivir alguien siendo otra persona delante de sus padres?

E imagino que en este caso la cuestión es que un@ no sabe si sus padres lo aceptarán o lo repudiarán, si simplemente dirán "ya lo sabía, hij@, estaba esperando a que me lo contaras", o por el contrario sería más bien un "eres la vergüenza de la familia".

Esto es muy fuerte, que estamos hablando de los padres, que no se pueden elegir y que probablemente, aunque te lleves mejor o peor con ellos... son tus padres!! Creo que no podría vivir esa "mentira". Mis padres son mis padres y, aun con el miedo de que no lo aceptaran, tendría que decírselo. Preferiría correr el riesgo que arrepentirme de no haber tenido esa conversación con ellos antes de que se fueran de este mundo.

Es por todo esto que pienso en la inmensa soledad y en ese enorme peso que deben sentir esas personas que no pueden ser ellas mismas con sus más allegados. Siempre están los amigos, claro. Esos que nunca fallamos y que lo mismo nos da 8 que 80 porque preferimos pensar cuándo será la próxima vez que nos veamos en vez de perder el tiempo pensando si te gustan más las churras que los mejillones.

Lo que está claro es que puede salir bien o puede salir mal, pero, como todo en esta vida, hay que arriesgar. Si lo pierdes te dolerá, pero estarás orgullos@ de ser tú mism@ y de no avergonzarte antes de la cuenta, porque, desde mi punto de vista y el de bastantes millones de personas más, ser gay NO es motivo de vergüenza alguna.

Quiero mandar mi apoyo a todas las personas que lean esto y se sientan identificados y decirles que, pase lo que pase, decidan lo que decidan, los amigos de verdad siempre van a estar ahí. Y no subestimemos a los amigos. Son los pilares de nuestra vida, aunque se puedan contar con los dedos de una mano.


Hasta la próxima querid@s!!
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2 de octubre de 2014

Entre consciencia y sueño

Hoy sólo quiero sacar partido de todo lo hasta ahora vivido y aprendido. Dar las gracias a mis padres por haber sabido llevarme siempre por el buen camino. Gracias a mi hermana por librar conmigo mil batallas y aun así guardar el secreto de mis mayores canalladas. Gracias a los que me cogéis cuando me caigo y a los que aplaudís cuando me alzo. Gracias también a los que no me quieren pues gracias a ellos soy hoy más perseverante y fuerte.

Y es que esta vida, llena de intrigas, se hace menos cuesta arriba cuando alguien lleva tu mano cogida. Y cualquier amargura se disipa cuando ese alguien te hace ver la llanura entre tantas colinas. A veces me desmorono cuando veo almas perdidas, criaturitas que no tienen más que pobreza, llanto y dolor a su alrededor y sobreviven con un cuenco de arroz al día. O esos malnacidos que se creen tan grandes que levantan la mano hasta a sus madres sin importarles el cariño y el amor que un día recibieron sin saber que aquel niño crecería y lo devolvería en forma de ira. 

Por eso hoy te animo a que ayudes al prójimo y le trates como a un hijo, y así en tu lecho de muerte sentirás en el pecho que nada de lo que has hecho lastimó a tus seres más queridos. Y que a pesar de los errores cometidos te irás de este mundo sin cumplir condena porque merecieron la pena todos los perdones dados y recibidos.

Y ya me despido que como siga me quedo sin miga y eso si que sería un descuido. Espero que lo hayáis disfrutado :)
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1 de octubre de 2014

Ortografía, nivel: planta

Hoy me he cabreado nada más levantarme. En serio, ¿tan difícil es mirar lo que estás escribiendo e intentar corregirlo? ¿O es que realmente la gente es ignorante del todo y no sabe distinguir entre hay, ahí o ay (por poner un ejemplo)?

Vale que en algunos países el nivel de fracaso escolar es altísimo (eso si van a la escuela). Pero joder, en nuestro país casi todo el mundo tiene acceso A (preposición - SIN "H" ni antes ni después) una educación decente (o mi generación la tuvo). Me duele la vista cada vez que alguien pega patadas de ese estilo al diccionario. No es que yo sea perfecta, pero en ortografía me considero bastante buena (por lo menos en las palabras que solemos escribir a diario).

Siempre HAY (del verbo haber, CON "H" al principio y terminado en "Y") excepciones, como en el WhatsApp, por ejemplo. Normalmente en vez de poner mañana escribo "manana" sólo por la pereza de poner la ñ (no uso auto-corrector). Pero seguro que alguno de vosotros HA visto (cuando sigue al participio, este "a" va CON "H", puesto que corresponde al verbo "haber") en algún momento comentarios como el de la foto. 

Y carajo, queda taaaan mal cuando descubres que alguien a quien  consideras una persona espabilada y lista, escribe de esa manera... No sé si es que en vez de ir a clase cuando enseñaron esa lección estaban por AHÍ (adverbio de lugar, CON H INTERCALADA y terminado en "I" con acento), pero lo que está claro es que no trabajarán nunca como redactores a no ser que corrijan este aspecto.

Siento publicar esta entrada pero mira, si sirve para que algun@ lo consulte cuando tenga una duda, pues ya ha merecido la pena hacerlo. ¡¡AY (interjección, se escribe SIN "H" y CON "Y"), qué vida más dura ésta!! Tengo que aprender a relajarme ;)







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