Me gusta

30 de septiembre de 2014

Viejuna



Pues como os comentaba ayer, hoy servidora tiene un añito más!! Qué lejos quedan las anotaciones en la agenda o en el calendario para acordarte de los cumples, ¿eh?  Las llamadas de teléfono o los ya vintage SMS... Bendito Facebook!! Aunque he de decir que mis padres han resistido la oleada de tecnología y siguen haciéndolo a la vieja usanza. :)

Hasta Google se ha "acordado" de mi cumple. Sé que quizá para vosotros no es gran cosa pero a mí un simple "felicidades" me llena de ilusión. Es curioso ver que, año tras año, hay personas que ya no están y sin embargo siempre hay otras nuevas con quien poder compartir este momento. 

Lo que más nostalgia me da es la lejanía de los míos, pero no demasiada, ya que sé que en cuanto nos reunamos tendré más regalitos jaaaaajajajaja (imagináos una risa diabólica). Pero bromas a parte, doy gracias a todos los que habéis perdido 2 minutillos de vuestro tiempo en felicitarme de un modo u otro, porque para mí eso es más que suficiente.

Espero cumplir muchos más a vuestro lado!!

P.D.: Quiero hacer una mención especial para Carlitos, que se ha unido hoy a los nacidos el 30 de Septiembre. Felicidades a los nuevos papis!!




Sigue leyendo...

29 de septiembre de 2014

Punto y seguimos

No sé en qué momento pasé de querer cumplir más años a no quererlo. Recuerdo el día en que por fin llegaron los 18. Dos frases de mi padre se grabaron en mí. La primera, con el cachondeo habitual, fue "A partir de ahora, si la policía viene a casa, ¡es a por ti!". Pero la segunda... ay, la segunda!! Siempre me viene a la mente en los días previos a mi cumple: "Aprovecha el tiempo que a partir de ahora pasa volando". Y qué razón tenía.

Pero no me dí cuenta enseguida. Fue hace unos años cuando de verdad sentí lo que era el no haber aprovechado el tiempo. Por ejemplo, con los abuelos. Escuchar sus historias, tenerles cerca, disfrutar de su risa, que solía ser escasa. Por eso hoy, cuando tengo oportunidad de ver a la abuelilla que me queda, no la desperdicio. Me da igual que me cuente lo mismo una y otra vez, me da igual tener que explicarle las cosas 20 veces. Por lo menos, el día que se vaya, mi conciencia estará tranquila porque sé que "la aproveché" al máximo.

Desde que entendí que la vida cambia drásticamente de la noche a la mañana, mi único objetivo ha sido el ser feliz. A simple vista parece moco de pavo, pero no lo es. Hay que saber apreciar los pequeños momentos, pequeños detalles que si no estás atento se  escapan en un suspiro y no te das ni cuenta. Devolverle una sonrisa a la vida es en ocasiones algo bastante difícil. Pero si llegas a entender que no hay situación que 100 años dure (ni cuerpo que lo aguante), al final pasas el trago de otra manera.

Quizá por eso no pierdo el tiempo en estar cabreada, ni lo pierdo tampoco con gente que no lo merece. Quizá por eso mimo a mi perro y le trato como si fuera un niño chico, porque sé que el día de mañana, cuando no esté, me arrepentiré de no haberlo hecho. Quizá por eso todos los días me despierto con una sonrisa y me acuesto de la misma manera. Quizá por eso muchos pueden pensar que soy como La Hierbas y no me entero de las cosas, pero nada más lejos de la verdad.

El  caso es que mañana tendré un año más, y, aunque hay cosas que me gustaría que fuesen diferentes, soy feliz porque todas las demás están justo como deben estar. Desde mi pequeño mundo os animo a que os hagáis una pregunta: Cuando seáis viejos y recordéis estos años, ¿qué queréis contarle a vuestros nietos? Ahora estáis a tiempo de cambiar, de ser más felices, de disfrutar de las pequeñas cosas. No lo desperdiciéis!!
Sigue leyendo...

28 de septiembre de 2014

Ser o no ser

Llevo ya un tiempo pensando e intentándome hacer una idea de qué es lo que lleva a una pareja a dar el paso de ser padres. 

Cuando todo se basa en dos, la cosa suele ser bastante fácil. Cada uno tiene una vida y luego está la vida en común que, si has encontrado a tu persona, es pan comido. Vale que siempre están las típicas discusiones de "baja la tapa", pero no suele haber más preocupación que hacer la compra, la comida y la limpieza.

Pero desde el mismo momento que os dais cuenta de que "estáis embarazados", la cosa cambia. Las preocupaciones se mezclan con la alegría y el júbilo del momento: ¿Saldrá todo bien? ¿Vendrá sano?  ¿Y si no? ¿Podremos afrontar los gastos? ¿Seremos capaces de educarlo bien? ¿Tendremos la paciencia suficiente o nos veremos superados por la situación? ¿Nuestra relación de pareja se verá negativamente afectada o nos unirá más aún?

A todo esto se le suma el hecho que a mí personalmente me impone de esta situación: a partir de ese momento vas a tener una preocupación constante para el resto de tu vida. Cuando veas una noticia como el reciente caso del hijo puta de Ciudad Lineal, lo primero que pensarás será: ¿Y si hubiera sido mi hij@? Cuando te incorpores al trabajo y tengas una reunión súper importante con los jefazos, recordarás el dulce aroma de tu canij@ y te preguntarás si estará bien, querrás ir corriendo a comprobarlo.

Creo que no existe el "momento ideal" para dar ese paso. Siempre va a haber alguna traba, ya sea económica, por trabajo, porque estés lejos de tu familia... Ese momento simplemente llega. Un día estás mirando las nubes con tu pareja y al día siguiente todas las nubes tienen forma de bebé, como en la peli de Up.

Lo que está claro es que el hecho de convertirse en padres es una aventura hacia algo desconocido, nadie nace preparado para esto, y lo que es más importante, los bebés no vienen con un libro de instrucciones que puedas consultar cuando algo vaya mal. 

Evidentemente hablo desde la completa ignorancia. Sé que algún día re-escribiré éstas líneas, pero de momento me ofrezco voluntaria a aquellos que necesitéis una niñera ;)
Sigue leyendo...

27 de septiembre de 2014

Edward Aloysius Murphy

Supongo que, como yo hasta hace un momento, no tenéis ni pajolera idea de quién es éste tío. Normal. Anoche, mientras intentaba localizar un punto en la basta llanura española a través de Google Earth para enseñárselo a un amigo, mi marido comentó: "La verdad es que los móviles de hoy en día son la leche.". En ese momento, y sin venir a cuento, mi móvil se apagó. 

Ya lo intuiréis. Edward Aloysius Murphy es el ingeniero aeroespacial al que se le atribuye la famosa "Ley de Murphy".

En verdad es una ley empírica (basada en la experiencia), y muchos de vosotros pensaréis "joé, el Murphy éste era negativo hasta decir basta". Pues yo, para variar, pienso totalmente lo contrario. Me gusta tener esta ley en cuenta para casi todo, porque así reduces drásticamente las posibilidades de error en cualquier proyecto. Sea como fuere, todo el mundo la conoce.

Si os preguntara por el inventor/a de la fregona, ninguno tendríais ni idea (confieso que yo tampoco),
pero si os pregunto por Teresa de Calcuta, sabríais responderme. Entonces, ¿qué es lo que hace que recordemos a una persona cuando escuchamos su nombre?

Lo primero que la mayoría de las personas recordadas tienen en común es que hicieron algo que nadie más hizo. Y a mí me viene a la azotea el famoso Récord Guinness. Nadie conoce al primer hombre capaz de arrastrar un vehículo de 1000 kg con la churra (que por cierto, es español y se llama Luis Jiménez - WTF!). Así que tiene que haber algo más.

Por ejemplo, que mucha gente se beneficie de ello. Como Bill Gates con Windows. Éste sí que triunfó. Sin embargo, si os hablo de Tim Berners-Lee, os preguntaréis "¿quién coño es éste?". Pues es el padre de Internet!!! Planchaos os habéis quedao, ¿a que sí? Y anda que no nos beneficiamos de esto. Lo que nos lleva al tercer requisito para ser recordado.

Hoy en día ayudan mucho los medios de comunicación, sobre todo la televisión. Es muy triste pero es así. ¿Quién no conoce a Belén Estéban o a Manolo Lama? Vaya impacto visual ver estos dos nombres juntos. 

Servidora no quiere ser recordada por millones y millones de personas, es más, como dije en su momento, éste blog fue creado simplemente por afición a la escritura. Y si de paso puedo sacaros una sonrisa, haceros pensar una mijilla y que aprender juntos algo nuevo, pues mejor que mejor.

Seguro que ahora, aplicando la "Ley", nadie se ríe, ni piensa, ni aprende  :)


Sigue leyendo...

25 de septiembre de 2014

Happy ever after

Hace un rato, mientras hablaba con un amigo que me contaba su última andadura sentimental (besitos Jota), me he preguntado qué es lo que hace falta para que dos personas lleguen a formar una pareja estable y se mantengan así por los restos de los restos, amén. 

Hoy en día es muy difícil ver esto fuera de las películas, y según mi ojo (que todo lo ve) cuanto más joven sea la pareja más difícil es que esto ocurra. Pero también pienso... joé, es que con todos los factores que hacen falta que se den, es prácticamente imposible que pase! 

Están el estilo de vida los planes de futurola personalidad. Ay, bendita personalidad! Ser paciente o impaciente, fiel o infiel, optimista o pesimista, saber ceder o ser un cabezón... Anda que no es complicao! Y luego está el sexo, claro. Ya puedes enamorarte de alguien que como bese como el culo o le cante el ala ya me dirás!!

Entonces... ¿Con qué nos conformamos? 

Antes estaba el.. "te casas con ést@ antes de vivir juntos y de mojar, y luego lo que ha unido Dios que no lo separe el hombre". Por ejemplo: los abuelos. ¿Cuántos abuelos conocéis que se hayan divorciado a los 70? Pocos, ¿a que sí? 

Si llevas poco tiempo con alguien y descubres que hay algo que no encaja contigo, pues lo mandas al carajo. Lógico. Pero.. ¿y cuando llevas años de relación, e incluso tienes hijos en común con tu pareja? Cuando algo va mal, cada uno sale del naufragio de mil maneras: lo habláis e intentáis solucionarlo, te gastas una pasta en terapias de pareja (qué gilipollez, pero bueno, al que le funcione...), te buscas un amante, te escondes en el trabajo para llegar lo más tarde posible... o te divorcias.

Yo creo en el querer, en el respeto. Una frase que leí no hace mucho lo define perfectamente: "Uno se hace viejo cuando pierde la ilusión". Con mis 26 años, me cabreo cuando me despierto la mañana de Navidad y no hay regalitos bajo el árbol. Si es mi cumple, de darme dinero ná de ná (padres, va por vosotros). Te mojas y me compras un regalo. :)

Y la vida en pareja es lo mismo (en mi opinión): hacer una carita sonriente con la mayonesa en el plato, dejarte una nota en el frigo, despertarte escuchando "buenos días, mi vida" y ese tipo de detalles que a todos nos gusta que nos hagan. Pues menos esperar, y más hacer.

Es cierto que la vida nos puede deparar mil cosas, pero yo estoy orgullosa de ser como soy, y tengo claro que aquél que no quiera estar conmigo es porque no me valora, y lo prefiero así aunque duela. No sé si mi persona y yo duraremos toda la vida, lo que sí tengo claro es que para conseguirlo, ambas partes tienen que currárselo. 
Sigue leyendo...

El principito

A simple vista mi vida no es que se convirtiera en un best seller, pero sí me considero afortunada por haber vivido lo que he vivido y sobre todo por haberlo sabido apreciar. He cometido muchos errores a lo largo del tiempo, pero no me arrepiento de casi ninguno, porque gracias a ellos estoy hoy aquí. 

Pero hay un hecho en concreto que marca la diferencia de un antes y un después. No fue un acontecimiento negativo (ya sé que eso le daría mucha "chicha" al artículo, bribones). Fue el día en que me di cuenta que había descubierto lo que muchos otros pasan buscando toda una vida, o simplemente creen que lo tienen pero no es así, o que incluso llegan a morir sin haberlo conocido. 

Qué, suena bien, ¿verdad? ¿Os imagináis qué es? Os daré una pista, lo primero que pensaréis será: "qué cursiletas esta Alba". Pues sí señores míos. Lo que encontré fue a mi príncipe azul. Sé que suena a cuento de hadas y a toda esa mierda, pero yo lo siento así. Descubrir que ha habido una persona, de la cual no tenías ni idea de que existía, que ha vivido prácticamente tu vida, que actúa como tú y piensa como tú... ay omá, eso es muy grande. Y ya ni te cuento cuando encima le conoces y os caéis bien jajaja.

Es bastante importante para la mayoría de la gente el tener a alguien con quien contar, con tener a "tu persona". Esa persona que no sólo está ahí siempre, sino que te obliga a ser mejor, a renovarte y a ir por el buen camino. La que si te callas un secreto da igual porque lo sabe con sólo mirarte. La que te regaña en tus malas acciones y a la vez valora todo lo que hay en ti.

Por eso quería dedicar el comienzo de este blog a mi marido, a mi persona. Porque él es el que motiva todo lo bueno que tengo en mí (te quiero canijo!).

Ala, y ya no os voy a volver a dar la brasa con estos pasteleos, sólo quería que quedase reflejado... y también abrir un cachito de mi corazón. Nos leemos pronto!
Sigue leyendo...

Jelou, mai neim is...

Como mi gran creencia ha sido siempre que mis padres hicieron un gran trabajo al educarme, no podía faltar una buena presentación acerca de quién soy, qué me propongo y qué es lo que pasa en mi azotea (entiéndase azotea como sinónimo de cerebro, a ver si vamos a empezar con malentendidos).

"Asín" pues, me presento. Me llamo Alba, tengo casi casi la friolera de 27 años (juas juas juas) y he decidido crear este blog por varios motivos. El primero y más importante es que siempre me ha encantado escribir, y hace años que no lo retomaba, así que digo yo que ya va siendo hora. Otro aspecto importante es que dentro de unos añitos, me gustaría volver a descubrir lo que pensaba a esta edad, y decir...: "que ingenua e ignorante de la vida" jajaja. 

Dicho esto, sólo me falta añadir que por desgracia no estoy en mi Madrid natal, sino en Málaga, aunque, a grandes rasgos, no me puedo quejar. Tengo un marido que me quiere con locura, un teckel que no puede ser más bueno y salud, que es lo más importante.

Ahora leyendo esto pienso que quizá algunos no sepáis lo que es un teckel, así que os dejo una demostración gráfica para que lo descubráis :)


Bienvenid@s a mi mundo!




Sigue leyendo...